Este bonito paseo recorre la orilla del embalse de Pedrezuela y es muy frecuentado por los habitantes de Guadalix de la Sierra, los guadaliseños y guadaliseñas. Su falta de desnivel y el buen estado del camino lo hacen apto para ir con niños, carritos y puede realizarse también en bicicleta.

Saliendo desde la Oficina de Turismo no dirigimos a la Plaza del Ayuntamiento. La fachada del Ayuntamiento tiene un gran balcón, más una barandilla que recorre todo el frente del edificio. El balcón de esta fachada principal se hizo famoso gracias a Pepe Isbert, que en la afamada película “Bienvenido Mister Marshall” (1952) dió desde ella su conocido y recordado discurso que iniciaba con aquella famosa frase de “…Como Alcalde vuestro que soy, os debo una explicación,…”. Tomaremos la Calle Egido unos 150 metros, y giraremos a la derecha para tomar la Carretera Vieja del Pantano y su prolongación Paseo de la Ermita.

El Paseo de la Ermita transcurre en su mayor parte entre la sombra de fresnos y chopos y nos llevará hacia la zona del pantano dejando antes a su izquierda el “filtro verde”, terreno que estaba destinado antaño a la depuración natural de aguas residuales de Guadalix de la Sierra. El territorio de Guadalix de la Sierra es rico en aguas subterráneas que afloran a la superficie formando manantiales y fuentes. Al llegar al embalse pasamos junto a las fuentes de El Espinar y El Pilacón. Ambos manantiales ofrecen aguas de muy alta calidad, de origen profundo y seguro según el proyecto de 1830.

Las aguas de El Pilancón se utilizaban para abastecer a la población y regar parte de la vega que se cultivaba antiguamente. Avanzando unos metros encontramos a nuestra derecha la ermita de Nuestra Señora de El Espinar, construida en una finca de 400 metros cuadrados, llamada Las Cabezadas, cedida altruistamente por un vecino. El interior de la ermita da cobijo a la patrona del pueblo, la Virgen del Espinar que sale de su morada únicamente en Semana Santa para la procesión del Encuentro y en septiembre para la celebración de sus Fiestas Patronales. La primitiva ermita, ya desaparecida, estaba en lo que hoy es el corazón del embalse.

Continuamos el camino a lo largo del Embalse de Pedrezuela bordeado de vegetación de ribera como alisos y chopos. En sus orillas es frecuente observar multitud de aves acuáticas y limícolas, muchas de ellas en paso migratorio. También podemos encontrar animales como la nutria, el aguilucho lagunero, pato colorado o escribano palustre. También podemos observar aves alejadas de la ribera como águilas, buitre negro, cigüeña blanca o halcón peregrino. La ruta continua a lo largo de los cotos de pesca. Estas aguas son el paraíso para la pesca de la carpa común, carpa royal, carpín, tenca, lucio, trucha o percasol. Aproximadamente a 1500 metros desde la ermita, el camino hace una curva hacia la derecha y entramos en la zona llamada Paso del Arroyo Saelices. A lo largo del arroyo atravesamos un bosque de encinas, y a nuestra derecha en la parte de alta de la ladera descubrimos el Abrigo de Peña Rubia donde podremos ver la cueva del mismo nombre y punto final del paseo